La decisión de contratar una adeslas dental poliza familiar se tomó hace ya varios años, impulsada por la necesidad de asegurar el cuidado bucodental de todos en casa de una manera más organizada y económica a largo plazo. Tras comparar diferentes opciones en el mercado, esta póliza en particular destacó por su amplio cuadro de dentistas y clínicas a nivel nacional, así como por ofrecer una serie de servicios incluidos sin coste adicional, algo que resultó atractivo para una familia con miembros de distintas edades y, por tanto, con diversas necesidades dentales.
Desde el principio, la experiencia de uso ha sido fluida. Concertar citas ha sido, por lo general, sencillo, ya sea a través de la aplicación móvil o por teléfono. La disponibilidad de clínicas Adeslas Dental propias, equipadas con tecnología moderna, ha sido un punto a favor, ofreciendo un entorno de confianza para las revisiones periódicas y los tratamientos necesarios.
A lo largo de estos años, la póliza ha cubierto desde las limpiezas anuales y las revisiones de rutina para todos, hasta tratamientos más específicos. Los más jóvenes de la familia se han beneficiado de los servicios de odontopediatría, con seguimientos y actuaciones preventivas. Los adultos han recurrido a empastes, extracciones y, en algún caso, a tratamientos más complejos, aprovechando los precios franquiciados que, si bien suponen un coste, resultan significativamente inferiores a los precios particulares sin seguro.
La antigüedad con la póliza también ha aportado beneficios adicionales, con la inclusión de nuevos servicios gratuitos con el paso de los años, lo que refuerza la percepción de valor de la contratación a largo plazo. Si bien es cierto que, como en cualquier servicio, puede haber experiencias puntuales mejorables, la valoración global tras años con Adeslas Dental Familia es positiva. Ha facilitado el acceso regular a la atención dental, fomentando la prevención y contribuyendo a mantener la salud bucodental de todos los miembros de la familia de forma constante y predecible económicamente. Se ha convertido en una parte más del bienestar familiar.