No hay desarrollo humano sin sociedad, sin la convivencia de pueblos y naciones. Debido al carácter gregario de los seres humanos, estos necesitan interactuar, colaborar y protegerse entre sí. De lo contrario, la supervivencia difícilmente estaría garantizada. En primer lugar, la sociedad proporciona seguridad a sus integrantes. La convivencia entre múltiples familias y grupos humanos ha repercutido históricamente en su mayor bienestar y seguridad. Las primeras civilizaciones (Uruk en Mesopotamia,