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Entierros ecológicos: ¿en qué consisten y cuáles son sus ventajas?

Los entierros ecológicos, o ecofunerales, son una tendencia al alza en el sector funerario. Conscientes del impacto ambiental de los funerales tradicionales, las nuevas generaciones abogan cada vez más por soluciones que añadan la palabra «sostenible» al epitafio de «que en paz descanse». Para ello, se evita el embalsamamiento, se incluye la plantación de jardines conmemorativos y se apuesta por materiales biodegradables en las urnas, ataúdes o lápidas funerarias en Muros y otros municipios.

Por definición, los entierros ecológicos son aquellos que buscan reducir los efectos negativos de la cremación y la inhumación tradicionales, prefiriendo soluciones más simples, directas y sostenibles. Su objetivo es minimizar las emisiones de dióxido de carbono, así como la contaminación del suelo por el barniz, el formaldehído, los tejidos sintéticos y otros químicos o productos no biodegradables, de uso común en la sepultura convencional.

En parte, los enterramientos verdes logran mitigar el daño ambiental gracias al empleo de materiales orgánicos y sostenibles en la fabricación de féretros, sudarios, etcétera. Soluciones como el bambú, el algodón, el mimbre o el cartón se degradan de forma natural, sin despedir sustancias tóxicas.

En esta modalidad de entierro, la inhumación se realiza en cementerios ‘eco’, espacios que revolucionan el concepto de camposanto para convertirlo una reserva natural a pequeña escala. A fin de cuentas, el descanso eterno no es incompatible con la preservación del medio natural.

Decantarse por un entierro ecológico significa renunciar a ciertas prácticas, como el embalsamamiento, que es sustituido por la refrigeración y congelación transitoria del cuerpo del difunto, en combinación con polvos antibacterianos y otras sustancias inocuas.

Paralelamente, las empresas de servicios funerarios ofrecen la posibilidad de plantar arboledas y jardines como un tributo al fenecido. Es un gesto sencillo y asequible que permite, tanto al ser querido como a sus familiares, aportar su granito de arena al medio ambiente.