¿Es normal sentir ansiedad?

La ansiedad puede ser una respuesta normal de nuestra mente ante una situación de estrés. Por ejemplo, es normal sentir ansiedad por tener que enfrentarse a una situación complicada, a un examen o a un problema laboral. La ansiedad es una forma que tiene nuestra mente de avisarnos de un peligro y de prevenirnos para que actuemos de una manera adecuada. Pero ¿cuándo se convierte en un problema?

Existen muchos tipos de ansiedad, pero podemos decir que, por norma general, se convierte en un problema cuando nos dificulta hacer nuestra vida normal, aparece sin una razón aparente o sus niveles son tan altos que causan problemas de salud. Es decir, es preocupante cuando no se trata de un sentimiento puntual y moderado que desaparece una vez que desaparece la causa que la ha hecho aparecer.

Si esto ocurre, hay que acudir a un Psicólogo especialista en tratamientos de ansiedad en Ourense para conseguir ayuda. El psicólogo es uno de los profesionales que tratan los trastornos de ansiedad, pero en los casos más graves puede tener que trabajar mano a mano con un psiquiatra, que será quién se encargue entre otras cosas de dar al paciente la medicación de apoyo.

Los niños y los adolescentes también sufren ansiedad. Para ellos es un problema todavía mayor ya que en muchos casos no saben identificar lo que está sucediéndoles y no tienen todavía las herramientas necesarias para tratar de superarlo, por lo que pueden pasarlo muy mal. En muchos casos, no se atreven a hablar de cómo se sienten o no saben expresarlo correctamente, por lo que no se toma por parte de los adultos, como algo suficientemente serio.

Sin embargo, la ansiedad en niños puede ser un problema muy grave que acabe causando problemas mayores, como depresiones o aislamiento. Un ejemplo de ansiedad en niños es el mutismo por ansiedad que hace que niños perfectamente capaces de hablar en situaciones normales, como en su casa, no puedan hacerlo cuando están ante una situación que les genera esa ansiedad, por ejemplo, cuando un profesor les pregunta algo o, simplemente, cuando están en el colegio lejos de sus padres.

Identificar el problema y tratarlo lo antes posible ahorrará muchos sufrimientos en el joven y será lo más adecuado para evitar que pueda acabar convirtiéndose en un problema cronificado que puede acabar arrastrando de adulto y que resultará más difícil de tratar cuanto más instalada esté.