La tarta de la abuela gusta prácticamente a todo el mundo y no puede ser más sencilla de hacer. Tiene su origen en cuándo se celebraban los cumpleaños en casa y las madres, ahorradoras como ellas solas, se las ingeniaban para hacer una tarta económica y muy sabrosa con solo tres ingredientes: galletas, flan y chocolate. La tarta podía tener sus matices en cada casa pero era básicamente igual siempre.
Al igual que hay partidarios de la tortilla con cebolla y sin cebolla, las abuelas se dividían entre las que consideraban que el vino dulce era un excelente tónico para que los niños se pusieran fuertes y se empeñaba en emborrachar las galletas en este licor y las que empezaban a creer a los que decían que, tal vez, el alcohol no era lo mejor para los pequeños.
Hoy, esta tarta se sirve en muchos restaurantes y cada uno tiene su receta particular. Incluso se han hecho variaciones mucho más ligeras y otras, como la que vamos a compartir, más típicas de la pastelería convencional. Esta tarta de la abuela 2.0 sustituye el flan por una deliciosa crema pastelera. Y el chocolate convencional, por una cobertura de chocolate negro.
Se comienza elaborando la crema pastelera de manera que quede con una textura consistente. En lugar de galletas corrientes, se pueden emplear unas un poco más gruesas, como las típicas Chiquilín. Se empañan en leche templada con vainilla y se crea una capa inferior del tamaño deseado. A continuación, se extiende la crema pastelera creando una capa de un grosor de entre dos y tres dedos. Se vuelve a cubrir con galleta pasada por la leche con vainilla y, para finalizar, se cubre con la cobertura de chocolate negro por completo.
La tarta va a la nevera y tras varias horas, cuando el chocolate está suficientemente duro, se puede decorar al gusto. Aunque el sabor es similar, la tarta es algo más ligera al contar con menos galleta y más cremosa. Y la cobertura crujiente le da un toque muy original. Algunas personas le ponen crocanti de almendra al chocolate para resaltar todavía más el toque crujiente.
Y si quieres una versión más ligera de esta tarta para poder comerla sin sentirte culpable, usa flan de sobre sin azúcar añadido endulzado con edulcorante y con algo menos de leche de lo que pone la receta para que esté más espeso,en lugar de crema pastelera y haz la cobertura de chocolate con chocolate desgrasado sin azúcar, añadiéndole un poco de edulcorante. Usa galletas dietéticas y tendrás una tarta baja en calorías.