Me molesta mucho llegar a mi casa y encontrarme el suelo del portal de mi casa lleno de Folletos de diferentes publicidades tirados por todas partes. Todos los días tengo que recoger del suelo un montón de papeles que principalmente van directos a a basura porque si los dejamos en el suelo del portal en un par de días estaría el suelo lleno de papeles.
Durante una época de mi vida trabajé como repartidor de folletos de este tipo y he de decir que era un trabajo bastante duro porque había que arrastrar un carro de la compra repleto de folletos que pesaban un montón. En ese trabajo que duró más o menos un mes, adelgacé bastante porque aparte de que hacía mucho calor porque era verano tener que arrastrar ese carro de la compra era muy duro sobre todo en calles que eran en cuesta. Menos mal que ese trabajo duró poco tiempo y acto seguido encontré otro trabajo en una fábrica en la que ya no tenía que pasarme el día arrastrando el carro de la compra lleno de folletos. Era un trabajo muy diferente en el que como mucho tenía que andar unos cuantos metros, pero el problema es que tenía que estar pendiente de demasiadas cosas. Me gustaba ese trabajo porque me pasaba el día rodeado de chicas aunque entre ellas se trataban bastante mal, ya debían de tener rencillas entre ellas antes de que yo entrase a trabajar allí porque no era normal los ataques gratuitos que se hacían unas a otras. Por lo menos cuando se enfadaban unas con otras venían a ayudarme a mí con los pedidos y por un rato se olvidaban de las otras chicas y sus discusiones. Por desgracia ese trabajo terminó cuando los jefes vendieron la empresa y casi todos se tuvieron que conformar con lo que les dieron. Porque solamente dos trabajadores de esa fábrica fuimos a trabajar a la otra empresa que tenían esos jefes. Tuve que hacer también la mudanza de las dos fábricas, lo cual fue un trabajo bastante pesado porque había muchas cosas que trasladar y solo disponíamos de una furgoneta no demasiado grande, pero al final todo salió bien.