Llevo varios años trabajando en un supermercado. No es el trabajo de mis sueños, pero he ido ascendiendo y ya soy la responsable del local en el que trabajo. Paralelamente a este trabajo he ido desarrollando otras actividades que empezaron como puro ocio y ‘amenazan’ con convertirse en algo bastante más serio. Pero para continuar progresando voy a necesitar ayuda: ya no puedo sola.
Todo empezó por un cursillo que hice de cosmética natural: siempre me han interesado las terapias naturales y todo lo relacionado con la belleza. Pero me daba cuenta de que la mayoría de productos para este sector abusaban de las sustancias químicas de dudosa procedencia. ¿Realmente no es posible ofrecer jabones, cremas o geles que se nutran de ingredientes naturales? Desde luego, si quiere hacer una producción industrial a gran escala siempre vas a necesitar algo más que aloe vera, pero no es mi caso de momento.
Una vez que mis productos empezaron a tener éxito más allá del mercado local y de los mercadillos del sector de la comarca me di cuenta de que necesitaba ayuda profesional. Por ejemplo, los envases estaban ‘diseñados’ por mí y así no podía dar un paso adelante. Así que me puse en contacto con una Agencia de publicidad y comunicacion en Vigo para que me ayudara con temas de packaging y diseño de marca.
Por supuesto, se trataba de una inversión así que tuve que estudiar diferentes propuestas para ver cuál se adaptaba mejor a mi presupuesto y a mi proyecto. Pero, sobre todo, tenía que decidir si iba en serio con esto de forma definitiva o lo seguía enfocando como un pasatiempo para sacar algo de dinero extra.
El problema iba ser también el tiempo. Con el trabajo en el súper y esto no iba a dar abasto. Pero por eso también me puse en contacto con la Agencia de publicidad y comunicación en Vigo: necesitaba más gente en el proyecto. De esta forma también sabría si realmente el negocio merecía le pena. Si fallaba, siempre estaba tiempo de dejarlo y centrarme en el supermercado. Pero, de momento, pinta bien.