Por modernos que puedan resultar, los primeros tratamientos de peeling facial se remontan a los antiguos egipcios y romanos. Más de 3.000 años después, continúa siendo uno de los servicios estéticos más solicitados gracias a su eficacia contra el acné, la deshidratación y otras imperfecciones y problemas de la piel.

 

Para cualquier especialista tratamientos acne Vigo, el peeling facial permite eliminar las células muertas de la piel mediante una técnica avanzada de exfoliación, capaz de liberar los poros taponados, mantener hidratado el cutis y prevenir la aparición de granos y espinillas. En líneas generales, se requieren varias sesiones para alcanzar los resultados deseados, y su número depende de la gravedad del acné, el rango de edad del paciente y otros factores.

 

Los peelings pueden clasificarse en cuatro tipos principales, a saber: (1) el peeling de ácido salicílico, que utiliza las propiedades de este compuesto para frenar la proliferación de puntos negros y disponer la piel para tratamientos adicionales, pensados para obtener mejores resultados; el (2) la microdermoabrasión es un tipo de peeling light que persigue la regeneración de la piel con la aplicación de distintos ácidos más suaves que los utilizados en peeling convencionales, útiles para equilibrar la producción de las glándulas sebáceas del cutis; (3) el peeling láctico, considerado el más inofensivo para la salud cutánea, ya que favorece una descamación progresiva de la piel, y (4) el peeling glicólico, especialmente apto para cutis muy grasos por su capacidad de hidratar la piel y disminuir el tamaño de los poros.

 

Además del peeling facial, este tratamiento puede dividirse en dos tipos. En primer lugar, el peeling físico, que se sirve de pequeños masajes y fricciones para aplicar un agente físico y favorecer la reducción de la epidermis. Por su parte, el peeling mecánico debe su nombre al uso de aparatos médicos que elevan la eficacia de la expoliación.