Seguro que más de una vez has pensado en arreglar algún defecto de tu sonrisa, tal vez un diente torcido o una excesiva separación de tus dientes. Pero no te apetece tener unos brackets durante dos años.
¿Llevarías a cabo la transformación de tu sonrisa si no tuvieras que colocarte esas molestas y antiestéticas piezas de metal? Porque eso es lo que ahora proponen soluciones como Invisaling en Santiago, un sistema para corregir la dentadura mediante correctores invisibles que nadie va a notar que llevas puestos.
Los correctores se hacen a la medida de cada persona y se adaptan a la boca, pero ejerciendo una acción correctora para empujar las piezas que necesitan ser desplazadas y llevadas a su correcto lugar. Antes de esto, se hace un estudio para saber si la persona puede llevar este tipo de alineadores ya que, por desgracia, no todos los casos pueden tratarse con este sistema.
Una de las ventajas más importantes de este sistema es que, a la hora de comer, no tendrás que pasar embarazosos momentos en los que la comida se queda enganchada en los alambres. Solo tendrás que ir al baño, retirar tus alineadores, ponerlos en sus respectivas fundas y comer con normalidad. Al terminar, puedes cepillarte los dientes y volver a colocar los correctores sin problema.
Esto no solo es estético, es muy cómodo para la persona y también es muy higiénico ya que los brackets tienden a que se les quede comida en lugares de complicado acceso, lo que puede dañar los dientes. Los alineadores van cambiando según se avanza en el tratamiento y cada persona cuenta con un programa personalizado que puede seguir a través de aplicaciones de móviles para que todo sea mucho más dinámico y pueda ir no solo comprobando sus mejoras, sino también viendo simulaciones de cómo serán los resultados finales, para ilusionarse y tener más fuerzas para seguir.
Para muchas personas, una sonrisa bonita es una cuestión de estética. Pero para otras va más allá. Una boca con dientes torcidos puede hacer que las encías se separen, con todos los problemas que esto conlleva. O incluso una mala mordida por piezas que no están en línea puede causar dolor en la mandíbula, un problema muy molesto y que mucha gente sufre sin ser consciente de que es por esos pequeños defectos en su sonrisa a los que no habían dado más importancia que la estética.